Uso Responsable de los Recursos Naturales
Las precipitaciones que registra Sayaxché durante todo el año, permite a los palmicultores del sector prescindir de un sistema de riego. Gracias a los más de 1 mil 800 milímetros promedio anual de lluvia, en REPSA no regamos nuestras plantaciones.
Esta característica climática del sector, junto con las condiciones que requiere la palma de aceite, ha hecho de Sayaxché un lugar óptimo para el cultivo.
Aunque la época seca, comprendida de diciembre a abril, registra poca precipitación, aún cumple con los límites necesarios para no causar estrés hídrico en la palma.
Por otro lado, el proceso extracción de aceite dentro de la planta de beneficio es netamente físico, por lo que solo requiere de agua, en forma líquida y vapor, que se utiliza para el proceso y, luego de tratada, se regresa al ecosistema mediante el fertirriego.

Por otro lado, el proceso extracción de aceite dentro de la planta de beneficio es netamente físico, por lo que solo requiere de agua, en forma líquida y vapor, que se utiliza para el pro ceso y, luego de tratada, se regresa al ecosistema mediante el fertirriego.
Los otros usos de agua son para las actividades de limpieza de las distintas áreas y equipos de la planta y el laboratorio de control de calidad, así como de los servicios sanitarios, duchas, cocina y comedor, utilizados por los colaboradores en las distintas instalaciones.
Nuestro compromiso es utilizar únicamente el agua necesaria para el proceso y actividades conexas, por lo que llevamos un registro de dicho consumo.
Calidad de agua
En REPSA mantenemos un estricto monitoreo de la calidad del agua tanto dentro como fuera de sus operaciones. Dentro de nuestras operaciones contamos con sistema de tratamientos de aguas residuales ordinarias y especiales.
En nuestros sistemas de tratamiento de aguas residuales ordinarias cumplimos con el acuerdo gubernativo 236-2006 del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales gracias a las plantas con fase de pre-tratamiento y tratamiento primario y secundario. La disposición final del agua residual de tipo ordinario es la incorporación al suelo dentro de las áreas de cultivo de palma de aceite.
Dentro de nuestra operación, también mantenemos un monitoreo continuo del agua potable verificando que cumpla con la Norma Técnica Guatemalteca COGUANOR NTG 29001.
Fuera de nuestras operaciones, mantenemos un muestreo y monitoreo periódico de los cuerpos de agua para corroborar la calidad del agua de ríos, lagunas y quebradas. El monitoreo se realiza en 12 puntos establecidos y se analizan los parámetros físico químico, microbiológico y metales pesados del Acuerdo Gubernativo 236-2006 del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
Actualmente en REPSA realizamos este monitoreo de forma participativa, invitando a nuestros stakeholders a acompañar el recorrido y procedimiento de muestreo. De esta forma reafirmamos nuestro compromiso con la transparencia y hacemos partícipes a nuestro públicos de interés en los avances hacia la sostenibilidad.

Para que el cultivo de palma sea amigable con los suelos en los que se desarrolla, es necesaria la implementación de prácticas agrícolas que reduzcan el impacto en el suelo y conserven o mejoren la calidad del mismo. Por esta razón, en REPSA contamos con una serie de prácticas para la conservación de los suelos en donde desarrollamos nuestras operaciones.
Dentro de nuestro Plan de Conservación de Suelos implementamos un programa de nutrición de suelos, prácticas culturales, cobertura vegetal e integración de materia orgánica en el suelo, entre otros. Estas prácticas, permiten ofrecer a la planta un ambiente favorable para su desarrollo y mejora la calidad de los suelos.
Para mantener un suelo fértil y productivo, es necesario aplicar prácticas de manejo y de conservación, que eviten que se produzca la erosión. Para evitarlo, efectuamos diferentes prácticas de conservación de suelos, que van desde uso de coberturas naturales, barreras vivas y muertas, aporte de materia orgánica por medio de las hojas de palma podadas, raquis o tuza, cenizas, fibra, fertirriego (únicamente en las áreas que se aplica).
Este conjunto de prácticas de conservación está acompañado de continuas evaluaciones que permiten determinar la nutrición y vitalidad de los suelos al mismo tiempo de asegurar la sostenibilidad en la producción de aceite de palma.
REPSA mantiene un monitoreo constante de la calidad del aire en dos puntos de su operación. Dicho monitoreo de partículas y calidad de aire se realiza en dos esquemas: con equipos propios cada seis meses y con laboratorios externos debidamente acreditados cada seis meses.
Esto permite a REPSA mantener información accesible para la toma de decisiones en el ajuste o uso de los equipos que generan impacto en la calidad del aire. Con esto se garantiza también la calidad del aire de las comunidades aledañas a las operaciones agroindustriales de REPSA.

Por medio de la herramienta de cálculo de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) propuesto por la norma ISCC, REPSA determinó las emisiones anuales y con ello las medidas para reducirlas. Dentro de las medidas a implementar para la reducción de GEI se encuentra el uso y consumo eficiente de fertilizantes, el consumo de energía eléctrica, el manejo de sistemas de aguas residuales, el manejo de sumideros de carbono, entre otros.
Cabe resaltar que dentro de las bondades de la palma de aceite se encuentra un coeficiente considerable de captación de dióxido de carbono. Cada año, tan sólo en una hectárea de palma, se capturan 29 toneladas métricas de CO2.

Estudio técnico de
aguas residuales
REPSA 1

Estudio técnico
de aguas residuales
REPSA 2

Reporte Plan de Atención Integral
Río la Pasión - Feb 2020

Reporte Plan de Atención Integral
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